Los dueños de estaciones de servicios analizan impulsar un lock out patronal de 24 horas para denunciar la “rentabilidad inexistente” del sector que podría llevar a cientos de expendedoras a la quiebra si las petroleras sostienen su decisión de negar una redefinición de las comisiones.
Si bien la fecha para la medida de fuerza no fue decidida a la espera de una respuesta de las petroleras a los planteos, la decisión de un lock out podría ser tomada en una reunión nacional de estacioneros que se desarrollará el 10 de mayo en Buenos Aires.
El presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA), Carlos Gold, dijo este lunes que son las petroleras las que “tienen la llave para destrabar este conflicto”.
Los estacioneros necesitan que mejoren las comisiones que cobran por cada litro de combustibles líquido comercializado dado que sus costos operativos siguen aumentando en un escenario inflacionario que no cesa.
Las expendedoras se quedan con entre el 5% y el 9% de comisión por cada litro de nafta o gasoil comercializado y los dueños de las estaciones aseguran que ese porcentaje debería escalar algunos puntos, hasta el 11% o 12%, como mínimo.
Estacioneros independientes (de bandera blanca) dijeron a esta agencia que “el verdadero punto de equilibrio” sería alcanzar comisiones del 18%, aunque descartaron que el sector pueda lograr ese avance por el poderío que tienen las petroleras, apoyadas por el Gobierno.
Además de los salarios, las tarifas -de electricidad y agua- los estacioneros tienen su rentabilidad afectada por costos fijos de operación como lo es el impuesto a las ventas con débito y crédito y a los depósitos en efectivo que cobran los bancos.
Los estacioneros vienen planteando sin éxito desde hace varios años la problemática al Gobierno y a las petroleras para poder redefinir levemente la estructura de rentabilidad.
Se estima que unas 5.000 estaciones de servicio desaparecieron en la Argentina en la última década por la escasa rentabilidad que tiene el sector en un escenario de alta inflación y aumento permanente en la estructura de costos.
Gold explicó que la única forma que tienen los estacioneros de subsistir es mejorando las comisiones y subiendo los precios de los combustibles: lo segundo está regulado por el Gobierno y afectaría a toda la economía.
“Ahora, desde este mes, tenemos que afrontar el aumento salarial de los trabajadores”, dijo Gold ante las negociaciones que la CECHA está llevando adelante con la Federación y el Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA).
Tras una reunión concretada la semana pasada en el ministerio de Trabajo de la Nación en la que no se logró un entendimiento, se decidió pasar a un cuarto intermedio hasta el 11 de mayo con la idea de ese día cerrar un acuerdo.
El empresario correntino que conduce la CECHA dijo que se presenta un escenario “complejo” porque las estaciones de servicio deben cumplir con el incremento salarial en “un contexto de rentabilidad inexistente”.
El pedido a las petroleras para mejorar las comisiones surgió después del fracaso de los estacioneros por imponer en todo el país un plus sobre el valor de cada litro de combustible por el “servicio de playa”. Gold dijo que “las petroleras tienen la llave de la situación” y deberían dar una respuesta esta semana para que los estacioneros puedan evaluarla el miércoles 10 de mayo en la reunión de consejo directivo.
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